Presentación

Si te presentaras frente a un espejo, ¿qué dirías? ¡hola, puedes llamarme Yosh! Soy una persona con magia en las venas y fantasía en la mente. ¿Y luego, qué considerarías importante para decir? ¿Hablarías de tu lugar de origen, de tu profesión o quizá de tu edad? Porque yo no; para mí nada de eso importa cuando lo que realmente deseas es conocer a la persona. En este caso, a la persona que te habla desde el otro lado del espejo (¿la de carne, sangre y huesos o la proyectada desde una imagen mental?)

 

Así que, si hablamos sobre conocer a la persona, quizás sea más prudente hablar de sueños, metas, hábitos y hasta de miedos. Porque eso es lo que verdaderamente está detrás de la persona, lo demás como su procedencia, su profesión o su nombre, son sólo máscaras construidas para navegar a través de la sociedad. Y no está mal, todos necesitamos de ello para acercarnos a otros y sentirnos reconocidos en miradas ajenas.

 

Pero hoy, en esta presentación, ¿ante quién me presento? Principalmente, ante mí misma. A través de estas palabras busco re-conocerme, volver a volver a conocerme a través de las palabras. Por mucho tiempo me alejé de esa danza que ocurría entre el papel y la pluma buscando crear un ritmo que reflejara lo que había en mi interior. Hoy, vuelvo a jugar con esa búsqueda de sentido con el golpeteo de mis dedos sobre un teclado, para ver qué sale, para ver qué se mueve y se acomoda dentro de mí.

 

Y si hablo de algo tan profundo como conocer (o reconocer) a la persona que me habla desde el otro lado del espejo, claro que una hoja de presentación no basta. En un número tan limitado de caracteres no alcanzo a plasmar la grandeza que se esconde ni los sueños tan locos que se harán realidad, mucho menos la simpatía que mi existencia emana. Para todo ello necesitaré mil y un entradas, o quizás mil y once entradas, quién sabe. 

 

Por otro lado, hablar sobre Hifa de la Luna puede que sea más fácil, porque hablaría de un aspecto de mí y no de la totalidad de mí. Entonces me pongo la careta de intelectual y explico: las hifas, son los filamentos que constituyen el micelio (de los hongos, claro), nacen de las esporas y pueden ser una sola célula o varias que pueden compartir los organelos. Son una estructura muy curiosa y hasta misteriosa. Traducido al mundo de los humanos, yo lo veo como que las hifas son los individuos (o personas) que conforman una comunidad o tribu (micelio). 

 

La otra parte de “Hifa de la Luna” es la Luna. Este bello arquetipo que representa a la madre de las mujeres y que tanta influencia tiene sobre nuestras aguas. Es esta parte del misterio femenino que envuelve a la psique y que nos dota de instintos y oscuridad pero también de sabiduría al reconocer que eso es parte de nuestra naturaleza humana y que está bien ser humano, por algo estamos en esta experiencia. En conjunto, el significado que puede tener Hifa de la Luna no es sólo uno. El juego de palabras entre hifa e hija, le proporciona un montón de posibles interpretaciones a esta expresión. 

 

Y es bajo este nombre que bauticé a una parte de mí que quiere revelarse hacia luz, y hacerse presente en mí. Es esa parte creativa que nació desde hace mucho cuando de niña escribía cuentos e historias sin un final específico, cuando de adolescente llenaba las hojas finales de mis cuadernos con letras lastimeras que dejaban salir el dolor típico de esa etapa. Pero también es la parte que se sabe sabia para compartir la sabiduría (¿?) que han dejado mis experiencias en esta vida, a base de dolor, alegría y hasta psicodelia.

 

Así que bien, eso es lo que puedo presentar de mí en esta presentación. El resto se irá revelando poco a poco, como sólo los buenos misterios saben hacer.

Sobre este espacio

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